Language is a mirror I never tire of looking into.
Every day I fall headfirst into its red.
Spanish is a trap. English is a diversión.
One makes me the most beautiful woman,
the other tells me to shut my snout, ugly dog.
It’s no one’s falta I feel regalo in one
and buy my groserías with the other.
English and Spanish hold hands and ask me
to apreciarlos more. I look into language’s mirror
for a perfect reflection. I get the cognates right
by getting them all wrong. I’ll only buy a mirror
if it makes me skinny-mini. I can’t imagine holding
my reflection without making sure it doesn’t give me
a jowl. My mind won’t stop humming. I blame
all this language I don’t know how to speak
running mangled in my head. I’m no villain.
I’m willing to mediate between Spanish and English
so they’ll remember, if they ever stop yelling,
that portraits tend to favor the dead.
Lenguaje es un espejo en el que nunca canso de mirarme.
Todos los días caigo de cabeza en su grid.
El español es una trampa. El inglés es una diversion.
Uno me hace la mujer más bella,
el otro me dice que me calle el hocico, perra fea.
No es falta de nadie que me siento regal en una
y compro mis groceries con el otro.
Inglés y español se toman de la mano y me piden
que los appreciate más. Me miro en el espejo del lenguaje
para ver un reflejo perfecto. Entiendo bien los cognados
entendiéndolos mal. Solo comprare un espejo
si me pone mini-flaca. No puedo imaginar mirar
a mi reflejo sin asegurarme de que no me de
una papada. Mi mente no deja de tararear. Yo culpo
todo este idioma que no dé hablar
corriendo destrozado en mí cerebro. No soy ningún antagonista.
Estoy dispuesta a mediar entre español y inglés
para que recuerden, cuando paren de gritar,
que los retratos suelen favorecer a los muertos.